Creo
que no debería haberte animado a alejarte hacia otras estrellas,
sino a que te acercaras un poco más para poder calentar cada rincón
de tu fría alma. Despiadada dulzura. ¿Debe pedir perdón la ilusa o
el que juega con sueños ajenos? En el caso de ser cierto lo primero,
lo siento. Siento haberlo hecho. Siento no haber sabido escuchar la
realidad sobre los susurros de tus promesas dulces. Las mismas que se
enredaban entre nuestros labios. Aquellas que al final se tornaron
agrias. Agrias como las lágrimas de después, esas que ahora mis
ojos apenas recuerdan. ¿Y yo? ¿Recuerdo yo algo? ¿Quedan retales
escondidos entre los pliegues de aquella que nunca olvida? Puede que
sí. Puede que yo haya desaprendido a jugar con esos recuerdos al
escondite. Desaprendido a encontrarlos. Aprendido a curarme.
Te
he desaprendido a ti.
¿Podrás
perdonarme? Porque por mi parte, no tengo nada que recriminarme.
Miró
al frente, con la caligrafía fina grabada en sus pupilas, navegando
entre las olas de su memoria, cubriéndolo todo con una tinta negra
como el carbón. Como las nubes que acariciaban la línea del
horizonte. Y en el fondo de su alma brotó una duda. Una que ni
siquiera aquellos nuevos besos podían borrar.
¿Había
perdido su Estrella Polar?
Speechless.
ResponderEliminarYou're so lovely
EliminarMisa likes =]
ResponderEliminarAnd I like that :)
Eliminar